Grecia es una tierra emocionante que ama ofrecerse en su totalidad a sus visitantes. Su belleza es única en el mundo: el país helénico es sol, mar, paisajes inolvidables y áreas arqueólogicas que aún hoy, conservan recuerdos de un pasado prestigioso. Su capital Atenas es una ciudad moderna y movimentada, embellecida por sus majestuosos y sugerentes monumentos, de sus museos arqueólogicos, entre los más importantes del mundo, y de sus alegres plazas con las tavernas típicas. Las islas griegas son impresionantes y podréis elegir vuestro destino entre las del archipiélago de las Jónicas, el archipiélago de las Cícladas y el archipiélago del Dodecaneso además de la gran isla de Creta, cuna de la civilización Minoica, con un toque exótico. - 

Atenas: Atenas es una capital vivaz y moderna, pero también sugerente y seductora y es imposible no quedar prendados de sus grandes monumentos, el Partenón in primis. Una visita a la Acrópolis permite admirar, además de ruinas de importancia y belleza incomparables, la ciudad de Atenas en su totalidad que se extiende a sus pies, y divisar las islas vecinas y los montes del Peloponeso. Para vivir la ciudad se puede realizar un tour desde el antiguo barrio de Plaka, o bien asistir a un espectáculo de música y danzas tradicionales en la animada Plaza Avissinias, así como ir de compras al mercadillo de Plaza Monastiraki. Para los amantes de la arqueología se aconseja una visita a los numerosos y magníficos museos de Atenas, no puede faltar una visita al Museo Arqueológico Nacional, uno de los 10 museos más grandes del mundo. Otros museos de importancia internacional son el Museo de Arte Cicládico Goulandris y el Museo del Arte de la Antigua Grecia. 

Islas Cícladas (Mykonos y Santorini):El famoso y fascinante archipiélago de las Cícladas está constituído por un grupo de islas de varias dimensiones esparcidas por las azules aguas del Mar Egeo al sudeste de Atenas. Algunas de estas islas son muy conocidas, como Santorini y Mykonos, mientras otras permanecen en el anonimato, menos turísticas, pero poseen igualmente una belleza imponente, como Milos. El nombre de este conjunto de islas deriva de la palabra griega cyclos, que significa círculo, y tiende a identificar la posición de las islas alrededor de la isla de Delos, la isla sagrada de Apolo. Las Cícladas han sido el lugar de nacimiento de una de las más importantes civilizaciones del Mediterráneo y son muchos los que sostienen que estas tierras hayan acogido la misteriosa ciudad de Atlántida. La belleza de estas islas no tiene parangón, las ciudades, rodeadas por las azules aguas del Mar Egeo y calentadas por un sol límpido, se caracterizan por la arquitectura tradicional dominada por el color blanco de las casas, con ventanas y puertas azules, por las callejuelas estrechas, por las pequeñas y numerosísimas capillas con el techo en forma de cúpula y por sus famosos molinos de viento. Las islas Cícladas son famosas por sus espléndidas playas de arena, que en realidad constituyen la principal atracción de las islas;  algunas son de origen vulcánico y los colores del litoral os encantarán. Las islas Cícladas gozan de un clima mediterráneo que asegura inviernos suaves y veranos frescos, gracias a los efectos beneficiosos de los vientos Etesios.

Creta: Creta es la más grande de las islas griegas y la isla más meridional de Europa. Creta es la patria de la mitología: la leyenda dice que Zeus nació en la isla y que uno de sus hijos, Minos, el rey minoico del espléndido palacio de Cnosos, tenía al Minotauro encerrado en un laberinto. Además del palacio de Cnosos existen muchos yacimientos arqueológicos, importantes y de gran valor, repartidos por la isla como el palacio de Festos, el de Gortina y el Agia Triada. En los museos arqueológicos de las bulliciosas ciudades cretenses, como el de Heraclión, la capital de la isla, se recogen muchas de las obras encontradas en los palacios. Además de la arqueología, Creta ofrece variados paisajes naturales de gran belleza: sus Parques Nacionales, sus Montañas Blancas y sus desfiladeros como la Garganta de Samaria son metas ideales para los excursionistas. No pueden faltar obviamente las localidades costeras con sus magníficas playas de arena, de sabor exótico, acariciadas por un mar azul y arropadas por una cálida puesta de sol. 

Islas Jónicas: En el azul infinito del Mar Jónico sobresalen, engastados como joyas preciosas, con su maravillosa naturaleza, las abundantes aguas, las ciudades excepcionales y los pueblecitos, el clima moderado, las espléndidas playas con golfos bien protegidos y el mar cristalino y las interesantes áreas arqueológicas, las islas Jónicas. Son las once islas del archipiélago, pequeñas y grandes, esparcidas a lo largo de las costas occidentales de Grecia continental, conocidas con el  nombre de Islas Jónicas. Las seis mayores son: Zante, Ítaca, Corfú, Cefalonia, Léucade y Paxos, mientras que las más pequeñas son Antipaxos, Erikousa, Mathraki, Othoni, Meganisi y el grupo de islas desiertas, las Strofadi, al sur de Zante. 

Islas del Egeo Norte (o islas Egeas del Norte): son cinco grandes islas dispersas cercano a la costa occidental de Turquía que junto con la docena de pequeños y fascinantes islotes, forman un archipiélago, pero más por razones administrativas que físicas. Su cercanía de Asia Menor ha señalado a menudo la historia y ha dejado signos indelebles en la arquitectura, en la sociedad, gastronomía y tradiciones. Estas islas son Samos, Lesbos, Lemnos, Icaria y Chios, sin olvidarnos de Agios Efstratios, y ofrecen paisajes únicos y encantadores, sobretodo si se habla de playas. 

Grecia Continental: La parte continental de Grecia está formada por un conjunto de penínsulas, como la península Calcídica, la Atica y la del Peloponeso. La conformación de las costas es más bien irregular con numerosos entrantes y salientes, entre los cuales destacan los golfos de Corinto y Egina, divididos por el Istmo de Corinto, Patras, Salónica, Mesenia, Laconia, Argolide, Casandra, Hagiu Orus y de los Huérfanos. La costa jónica es baja y arenosa, mientras que las que se exponen al Mar Egeo y las meridionales, son altas y rocosas.